jueves, 4 de diciembre de 2008

Google y la crisis



Leído en elmundo.es:


EN GOOGLE, SANDWICH DE CHOPPED



4 de diciembre de 2008.- Los días de vino y rosas en las oficinas de Google parecen estar llegando a su fin. Durante años trabajar en la empresa ha sido lo más parecido a ganar la lotería: comida gratis preparada por buenos cocineros, tiempo libre en jornada laboral para dedicar a proyectos personales y una supervisión mínima basada en la fe de la compañía en que sus empleados encontrarían la mejor forma de realizar su trabajo. Jacuzzi, masajes, zonas de relax, salas de juego y viajes de esquí a cuenta de la empresa eran algunos de los extras que disfrutaban quienes lograban pasar las pruebas de selección.

Pero la crisis, la maldita crisis, ha acabado con la dolce vita de los Googlers. Una amiga en Nueva York me confiesa que lo pasa mal con los nuevos horarios de comedor, más estrictos. Durante el último año ha comido gratis y caliente tres veces al día cuando le venía en gana. Ahora tiene que hacer malabarismos para desayunar y la variedad es mucho menor. Se acabó llevarse la comida a casa, un truco muy socorrido en las oficinas de Google en Chelsea. Tampoco se puede invitar a conocidos —por ejemplo, un servidor- a comer en esa terraza fantástica con vistas al Midtown. El colmo de la tragedia: Google ha anunciado que suprimirá la hora del té. ¿Qué?, ¿cómo se han quedado? ¿No siente un escalofrío? Yo también.

Los recortes se anunciaron hace cosa de un mes, pero es ahora cuando Silicon Alley Insider ha reflexionado sobre algunas de las consecuencias. Lo de menos es la comida. La compañía tendrá que replantearse su estrategia de regar por todo el jardín de la web 2.0 para ver dónde les crece algo. Los proyectos más arriesgados ya no serán subvencionados y los ingenieros no podrán crear grupos de trabajo de 20 personas para perseguir ideas locas sin un valor comercial claro.

No faltan quienes creen que este toque de atención vendrá bien para poner un poco más de disciplina en una compañía que, en ocasiones, parecía el camarote de los hermanos Marx. Centrando sus recursos y poniendo un poco de orden podrán hacer cosas realmente sorprendentes. Pero me temo que será todo lo contrario, Google tendrá un tono más gris. Esta forma aleatoria y desorganizada de desarrollar ideas es lo que ha hecho de Google una compañía modelo y la que ha conseguido que hoy tengamos joyas como Maps o Gmail. También la que ha conseguido atraer a los mejores cerebros. Sin hora del té, ¿estarán dispuestos a trabajar como en cualquier otra compañía de software?

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